El otoño no es solo una estación marcada en el calendario. Es un momento de transición en el que la naturaleza nos recuerda que todo tiene su tiempo.

Los días se acortan, la luz se vuelve más suave y el aire más fresco. La energía comienza a ir hacia dentro, invitándonos al recogimiento y a la calma.


La enseñanza de la naturaleza

El otoño es un espejo. Igual que los árboles dejan caer sus hojas, también nosotros estamos llamados a soltar lo que ya cumplió su ciclo. Este gesto, que puede parecer una pérdida, es en realidad un acto de confianza: dejar espacio para que lo nuevo pueda nacer.


Cuidados para este tiempo

Podemos acompañar esta estación con gestos sencillos de cuidado:

  • Alimentación cálida: sopas, caldos, infusiones, frutos de temporada como manzanas, uvas, calabaza o nueces.
  • Descanso consciente: dormir más horas, reservar momentos de silencio y recogimiento.
  • Conexión con la naturaleza: caminar observando los colores del otoño, sentir el crujido de las hojas bajo los pies, respirar el aire fresco.
  • Escritura o reflexión: anotar tres cosas que agradeces y algo que deseas soltar.

La hechicera: un arquetipo del otoño

En el lenguaje de los arquetipos, el otoño se vincula con la Hechicera, símbolo de introspección, intuición y transformación. La hechicera nos recuerda que la oscuridad no es enemiga, sino un lugar fértil donde lo nuevo comienza a gestarse.

Su enseñanza es clara: para renacer, primero necesitamos dejar morir lo que ya no nos sostiene.


El cuerpo en otoño

La medicina tradicional china asocia esta estación con el elemento Metal y con dos órganos: los pulmones y el intestino grueso.

  • Pulmones → nos conectan con el arte de recibir y soltar. Inhalamos vida, exhalamos lo que pesa.
  • Intestino grueso → nos enseñan a limpiar y liberar lo que ya no necesitamos, como un espejo físico del desapego.

Cuando decimos que el elemento del otoño es el Metal, hablamos de un movimiento natural de contracción y depuración que se refleja tanto en la naturaleza como en nosotros. Es el tiempo de recogernos hacia dentro, de fortalecer la respiración y de favorecer la eliminación de lo que sobra. En el plano emocional, el Metal se relaciona con la tristeza y la melancolía, emociones que nos invitan a despedirnos de lo viejo y a quedarnos con lo esencial. Simbólicamente, representa la claridad y la capacidad de soltar, preparándonos para la quietud del invierno.

Una práctica sencilla: dedica unos minutos al día a la respiración consciente. Inhala lentamente por la nariz, siente la claridad que entra; exhala suavemente por la boca, visualizando cómo dejas ir una preocupación.


Ritual sencillo de otoño

Un gesto simbólico puede ayudarnos a integrar este cambio:

  1. Enciende una vela.
  2. Recuerda tres cosas que agracedes de este año y nómbralas en voz alta.
  3. Escribe en un papel algo que quieras soltar y quémalo o entiérralo con cuidado.
  4. Cierra unos minutos en silencio, confiando en que la vida siempre se renueva.

El otoño es un tiempo para agradecer, soltar y abrir espacio a lo nuevo. Si aprendemos a caminar de la mano de la naturaleza, descubriremos que cada estación nos trae una nueva enseñanza para vivir con más equilibrio y plenitud.


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«Caminar de la mano del otoño es un acto de confianza en la vida, en su ritmo y en su eterna renovación«


Artículo escrito por Anna Samsó, terapeuta y acompañante en procesos desde una mirada gestáltica. Conóceme más en annasamso.com.